Tuesday, 16 November 2021 01:42

Evangelio del Domingo XXXIII - Tiempo ordinario “b”

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Marcos 13, 24-32 / «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»

El Evangelio de este domingo, no nos tiene que hacer sentir psicosis o angustia. Debemos permanecer tranquilos y no dejarse turbar lo más mínimo por estas previsiones catastróficas.

Jesús comienza nombrando los signos que ocurrirán después de una gran tribulación por la que el mundo deberá pasar. Luego de estas tribulaciones, habrá ciertos signos que darán cuenta de la manifestación gloriosa del Hijo del hombre. Recordemos que el titulo mesiánico “Hijo del hombre”, hace referencia a Jesús.

En el Evangelio Jesús nos asegura el hecho de que Él volverá un día y reunirá a sus elegidos desde los cuatro vientos
Esta venida gloriosa del Hijo del hombre, también recibe el nombre de “Parusía”. Este término que significa “presencia o llegada”, se denomina al acontecimiento esperado al final de la historia, la segunda venida de Cristo a la tierra. Esta venida será llena de poder, y de gloria.

Sólo el Padre sabe cuándo será el final de los tiempos. Jesús, como hombre, recibió del Padre un gran conocimiento de lo que concierne a su misión; pero podía ignorar, y aquí él mismo lo afirma, ciertos detalles del plan de Dios. Las decisiones referentes al Reino de Dios aparecen en el Evangelio como reservadas al Padre. Basta con leer la frase final del mismo pasaje evangélico: «Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sólo el Padre».

Jesús pone, en cada uno, como fruto de la confianza en el plan de Dios, el don de la esperanza. No es importante conocer el momento, el día o la fecha: sino saber que está todo en manos de Dios.
El Dios de la Biblia, a quien un salmo describe como «clemente, misericordioso y compasivo, tardo a la cólera y lleno de amor, que no se reciente eternamente ni guarda para siempre su rencor... que él sabe de qué estamos hechos» (Sal 103, 8-14)

Cuando nosotros hablamos del fin del mundo, según la idea que tenemos hoy del tiempo, pensamos inmediatamente en el fin del mundo en absoluto, después de lo cual ya no puede haber más que la eternidad.

Por eso Jesús concluye el Evangelio de hoy con la recomendación: «Estad atentos y vigilad, porque no sabéis cuándo será el momento preciso».
«feliz esperanza» de los cristianos, esto es, la venida de Nuestro Señor Jesucristo (Tito, 2, 13).

Fuente: Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo

Facebook: FbcPerú

Last modified on Thursday, 18 November 2021 01:46
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